La mujer detrás de la madre y detrás de la emprendedora.

 La mujer detrás de la madre y detrás de la emprendedora.

Ella es Andrea, en medio de 12 hermanos y hermanas creció con Neza entre los llanos polvorientos y la modernidad del siglo pasado, con grandes carencias, con hambre y también con sueños que llegaban a su vida a través de las imágenes extraídas de las páginas de algún libro de la Torres Bodet. 

Sánchez Medrano guiaba el faro idealista para ella y otras personas que veían en el arte la esperanza y la llave para transformar el mundo, desde la poesía de las grandes e inmortalizadas plumas como Castellanos, Benedetti o Neruda hasta otras más locales como la del "Herrera" y su "pobre América".  

Apenas llegada su mayoría de edad, la posibilidad de ser madre llegó a su vida y, exponiendo su propia vida, decidió arriesgarlo todo por el ser que aún no conocía pero que la acompañaría durante muchos años más. Después de 8 años trajo al mundo a otra triunfadora y 21 años más tarde, nació la última de sus hijas nacidas de sus entrañas, porque sólo 6 años después la mediana la hizo doblemente madre con su amante de la sabiduría. Así, ya hace más de 40 años que Andrea ha ejercido el papel de madre, mi madre.

Eso no lo es todo, hay demasiado talento, ganas, sueños y necesidades, entonces surgió la emprendedora, nadando contracorriente, a pesar de las manifiestas oposiciones, burlas y críticas por "descuidar su papel de madre", como si solamente ese rubro definiera su existencia. De cara a la incertidumbre miró su sueño y caminó, con pasos firmes hasta encontrarlo, fue su determinación la que ha mantenido de pie su negocio venciendo incluso una pandemia mundial. Sus pasos no iban solos, eran seguidos y apoyados por aquellas hijas que ahora aprendían que todo sueño se puede alcanzar y que cuando ese sueño se comparte en trabajo, compromiso, disciplina, lucha, dedicación y amor, esos pasos firmes hacen camino al andar. 

Al paso del tiempo se abre un redescubrimiento, la mujer con múltiples matices, pensamientos, emociones, experiencias, con tanto que no bastan las etiquetas para constreñirla a cajas de expectativas. Ahora retoma la poesía desde la emoción vivida, la comparte entre voces, entre guitarras, amigos y tequila. A la poesía la acompañan sus libros, sus fieles compañeros que desde la Bodet también se hicieron cómplices de sus delirios, ahora la los tiene en casa, al alcance la mano gracias a la tecnología, pero la teología, filosofía, o las historias de Isabel Allende no están solas, ahora esas hijas la han llevado a traspasar sus lugares seguros, abriendo paso a la 3° y 4° ola, a entender por qué lo personal es político y lo político es personal, a reconocer la otredad y las disidencias sexo-genéricas, a comprender que no hay formas absolutas de ser y que nos podemos reconstruir, 

Aquí, ahora, ya Andrea vive el papel más importante, el de ser auténticamente Andrea.


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